El movimiento plástico impresionista se desarrolló a partir de la segunda mitad del siglo XIX en Europa caracterizado, a grandes rasgos, por el intento de plasmar la luz y el instante, sin reparar en la identidad de aquello que la proyectaba. Es decir, si sus antecesores pintaban formas con identidad, los impresionistas pintarán el momento de luz, más allá de las formas que subyacen bajo éste.
El Impresionismo es un movimiento resultado de una prolongada evolución, que coloca definitivamente al siglo XIX bajo el signo del paisaje y que busca un lenguaje nuevo basado en un naturalismo extremo.
Tiende a usar con creciente frecuencia colores puros y sin mezcla, sobre todo los tres colores primarios y sus complementarios, y a prescindir de negros, pardos y tonos terrosos. Aprendieron también a manejar la pintura más libre y sueltamente, sin tratar de ocultar sus pinceladas fragmentadas y la luz se fue convirtiendo en el gran factor unificador de la figura y el paisaje.

Considero a este periodo como un punto de partida en el intento por plasmar el instante de la situacion, objeto, persona o personaje involucrando mas que nada en los detalles y colores que se pueden plasmar en el instante de la situacion. Cracterizado por utilizar colores puros y sin mezclas sobre todo los colores pirmarios, y sus complementarios.
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